20 diciembre 2021

Crecer cada año

«No voy lo suficientemente rápido». Es algo que me digo demasiado. ¿Me dejáis contaros una anécdota en tres frases? El otro día me preguntaron que qué cosas creía que eran más mágicas de entre las que podían pasarle a una persona, y me dieron una serie de opciones. Entre ellas había dos que no pude evitar escoger: encontrar el amor verdadero y construir algo desde la nada. Esta última me entristeció un poco. Fue bonito, sin embargo, notar que me entristecía de esta manera. Pero, bueno, nadie ha dicho que las cosas tristes no puedan ser también bonitas, ¿verdad? Siento que se me va un año más y que, en lo que a mi proyecto de escritor respecta, ha pasado demasiado rápido. Por eso, he decidido frenarme un poco ahora mismo.

Son las 2:09 de la mañana, y es posible que esta sea mi última entrada del año. Así que, Andrés, ¿cómo ha ido todo?

Lento. O, al menos, más lento de lo que yo quiero. Pero, ¡bueno! No ha frenado ni un poco. De hecho, ha acelerado mucho. Aún lo siento más lento de lo que querría, aunque es normal, ¿no? Es como si una niña quisiera montarse en el tiovivo y hubiese una gran cola delante de ella. Claro que querría que avanzase rápido. ¿Y quién no?

¿Ha merecido la pena? Sí. Sin duda. Cuando empezó el año, «Cuando las nubes cubran el cielo» era simplemente un manuscrito que, con mucho cariño y esfuerzo, estaba aún terminando de escribirse. Ahora están acabando de leerlo los últimos lectores beta, entrará en unas semanas en valoración y edición, tiene dos tráilers terminados, cuenta con portada nueva y ya hay hasta ideas de merchandising. Además la web se remodeló varias veces, por dentro y por fuera, Instagram siguió creciendo y llenándose de cuentos y, desde hace literalmente tres días, el nuevo planteamiento en TikTok está en vuestros móviles y parece que os está gustando mucho.

Querría ir más rápido, que esta cola hacia el tiovivo fuese a velocidad de vértigo. Pero, sinceramente, estoy contento con todo este trabajo; podéis creerme cuando os digo que es mucho para prácticamente una única persona que, además, tiene que levantarse por las mañanas para hacer como que es ingeniero hasta que la noche le deja hacer como que es escritor.

Ya llegará el tiovivo y será maravilloso. Mientras, me quedo haciendo cola. Sí, la espera se me hace larga, pero estoy bien acompañado con vosotros y, por eso mismo, las sonrisas no faltan.

A este año 2021, que ya no le queda nada, le pido que me traiga un 2022 que, como este, se llene de esas cositas maravillosas que me dais vosotros. Felices fiestas y feliz año nuevo a todos, de todo corazón.

Gracias por estar aquí; y ojalá nos leamos pronto entre líneas.

Quizá te interese...

Blog anterior